La materia prima es a menudo un refugio para los inversores que buscan salvar momentos de volatilidad que hay en los mercados o conseguir un “extra” de rentabilidad en caso de que activos como la renta fija no paguen. Aunque desde 1971 las monedas en circulación no están ligadas al oro, los principales Bancos Centrales consideran la inversión en oro como el último refugio en caso de crisis económica y por ello conservan en sus reservas lingotes y monedas de oro.