Este verano se lo lleva Ethereum
Comentaba en publicaciones anteriores algunos argumentos del por qué creo que bitcoin ha perdido valor, como por ejemplo las ascendentes regulaciones centralizadas sobre blockchain (un concepto contradictorio) y su excesivo uso de energía, entre otros.
Pero, ¿qué hay de ethereum?
Subrayando los argumentos de ejemplo anteriores, a diferencia del número uno de las criptomonedas que es Bitcoin, Ethereum ni está tan regulado por lejos ni es el foco central de las grandes instituciones. Por otro lado, solo consume una 1/6 parte de la energía que consume bitcoin.
Pero tengo algunos argumentos más:
- La queja principal sobre ethereum ha sido su gran coste para operar con él, rozando de media los 100 dólares por hacer una transacción, muchas veces superando el coste a la propia cantidad que se pretende transferir. Pero no solo tiene solución, sino que además ya se a a implantar con la actualización de Ethereum 2.0 con el "sharding" o fragmentación: la fragmentación reducirá la congestión de la red y aumentará las transacciones por segundo mediante la creación de nuevas cadenas, conocidas como "fragmentos". Al ocurrir más transacciones por segundo habrá menos congestión, por lo que el precio de éstas se reducirá.
Ahora yo hago una pregunta: si aún con esta gran queja generalizada Ethereum ha roto máximos, ¿qué pasara cuando este problema se solucione?
Y centrándome en la cuestión del verano, el título no está elegido al azar:
- En verano del año pasado el precio del GAS se redujo un 35% desde junio hasta noviembre. Esto se explica por un descenso del precio de la energía y el abaratamiento del minado de criptomonedas. Al haber más oferta de energía solar y por tanto más energía agregada, el precio general disminuye, lo que impulsa a más personas a minar criptomonedas y, en última instancia, el precio de las transacciones disminuyen por la subida de la oferta de minería.
En definitiva, tenemos una situación en la que la primera moneda Bitcoin pierde su valor debido a una injerencia sobre su propuesta principal, que es la descentralización. El consumo energético hará que más y más regulaciones caigan sobre ésta moneda con la excusa del cambio climático. Los gobiernos son como los abusones, una vez han podido conseguir lo que querían una vez, volverán de nuevo.
Por otro lado, tenemos la reducción de ese lastre que afectaba Ethereum desde que comenzó la subida del precio del GAS. Eliminado este obstáculo, bajo mi punto de vista.. ¡el verano se lo lleva Ethereum!
Si te ha gustado éste análisis, sigueme a mi twitter: @JonX31684138 donde publico comentarios y publicaciones que no presento en TradingView. Saludos!
Pero, ¿qué hay de ethereum?
Subrayando los argumentos de ejemplo anteriores, a diferencia del número uno de las criptomonedas que es Bitcoin, Ethereum ni está tan regulado por lejos ni es el foco central de las grandes instituciones. Por otro lado, solo consume una 1/6 parte de la energía que consume bitcoin.
Pero tengo algunos argumentos más:
- La queja principal sobre ethereum ha sido su gran coste para operar con él, rozando de media los 100 dólares por hacer una transacción, muchas veces superando el coste a la propia cantidad que se pretende transferir. Pero no solo tiene solución, sino que además ya se a a implantar con la actualización de Ethereum 2.0 con el "sharding" o fragmentación: la fragmentación reducirá la congestión de la red y aumentará las transacciones por segundo mediante la creación de nuevas cadenas, conocidas como "fragmentos". Al ocurrir más transacciones por segundo habrá menos congestión, por lo que el precio de éstas se reducirá.
Ahora yo hago una pregunta: si aún con esta gran queja generalizada Ethereum ha roto máximos, ¿qué pasara cuando este problema se solucione?
Y centrándome en la cuestión del verano, el título no está elegido al azar:
- En verano del año pasado el precio del GAS se redujo un 35% desde junio hasta noviembre. Esto se explica por un descenso del precio de la energía y el abaratamiento del minado de criptomonedas. Al haber más oferta de energía solar y por tanto más energía agregada, el precio general disminuye, lo que impulsa a más personas a minar criptomonedas y, en última instancia, el precio de las transacciones disminuyen por la subida de la oferta de minería.
En definitiva, tenemos una situación en la que la primera moneda Bitcoin pierde su valor debido a una injerencia sobre su propuesta principal, que es la descentralización. El consumo energético hará que más y más regulaciones caigan sobre ésta moneda con la excusa del cambio climático. Los gobiernos son como los abusones, una vez han podido conseguir lo que querían una vez, volverán de nuevo.
Por otro lado, tenemos la reducción de ese lastre que afectaba Ethereum desde que comenzó la subida del precio del GAS. Eliminado este obstáculo, bajo mi punto de vista.. ¡el verano se lo lleva Ethereum!
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