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22 авг.El reciente informe del Índice de Precios al Consumo (IPC) en Estados Unidos mostró que la inflación se moderó en julio, con un aumento del 2.9% interanual, por debajo del 3.0% de junio y en línea con las expectativas del mercado. Esta es la tasa de inflación más baja desde marzo de 2021, cuando comenzó la tendencia alcista que llevó la inflación a un máximo del 9.1% en junio de 2022. Este descenso marca el cuarto mes consecutivo de desaceleración en la inflación general.

En términos mensuales, el IPC aumentó un 0.2% en julio, cumpliendo con las previsiones del mercado y mejorando desde la caída del -0.1% en junio. Este incremento mensual se debe principalmente al aumento de los costos de la vivienda, que sigue siendo un factor clave en la inflación.

Por otro lado, el IPC subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, registró una reducción al 3.2% interanual en julio, ligeramente por debajo del 3.3% de junio, cumpliendo también con las expectativas. Mensualmente, el IPC subyacente aumentó un 0.2%, en línea con las expectativas y por encima del 0.1% de junio.

Estos datos sugieren que la inflación en EE.UU. continúa desacelerándose, aunque el aumento en los costos de la vivienda sigue siendo una preocupación. La Reserva Federal observará de cerca estas cifras mientras evalúa sus próximos pasos en la política monetaria, con un enfoque particular en el IPC subyacente, dado su objetivo de controlar la inflación sin perjudicar el crecimiento económico.

El informe de inflación publicado recientemente mostró resultados en línea con las expectativas del mercado, lo que llevó a una leve depreciación del Dólar estadounidense frente a varias de las principales divisas. El EUR/USD subió un 0.15% después de la publicación del informe, mientras que el GBP/USD avanzó un 0.10%. Otras monedas importantes también registraron pequeñas ganancias frente al Dólar, lo que refleja una respuesta tibia del mercado.

Este comportamiento sugiere que, aunque la inflación sigue siendo una preocupación, el informe no proporcionó suficientes motivos para un cambio significativo en las expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal, lo que resultó en una modesta reacción del mercado de divisas.